De Restricciones A Abolición

Protocolo

Publicado por Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, el 17 agosto 2012

En ocasión de la publicación del informe "La pena de muerte en el sistema interamericano de derechos humanos: de restricciones a abolición", la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó a los Estados Miembros de la OEA que mantienen la pena de muerte a eliminarla o, en su defecto, a imponer una moratoria en su aplicación y a ratificar el Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la Abolición de la Pena de Muerte.
El informe busca difundir los estándares desarrollados con relación a la aplicación restrictiva de la pena de muerte, según ha sido examinada por los órganos del Sistema Interamericano en los últimos quince años e insta a los Estados miembros de la OEA que aún mantienen la pena de muerte a abolirla, imponer una moratoria, ratificar el Protocolo Americano, respetar los estándares y cumplir con las decisiones de la Comisión y la Corte Interamericanas.

De los 35 Estados miembros de la OEA, 16 países mantienen la pena de muerte: Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Guyana, Jamaica, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Suriname, Bahamas, Trinidad y Tobago, Estados Unidos y 19 la han abolido en la ley: Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay , Perú, Uruguay, Venezuela, de los cuales, 13 han ratificado el Protocolo Americano.

La CIDH, también  afirma que existe una tendencia mundial hacia la abolición de la pena de muerte que se hace evidente en los recientes desarrollos en esta materia a nivel de las Naciones Unidas, sistemas regionales de protección de derechos humanos y en el ámbito del derecho penal internacional.
Un mes antes, el 3 de julio de 2012, el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, instó a los Estados miembros que aplican la pena de muerte a abolirla, hincapié en que el derecho a la vida se encuentra en el corazón de la ley internacional de derechos humanos durante un evento en Nueva York.