Aumento del número de ejecuciones, pero claro avance hacia la abolición en 2022

Estadísticas

Publicado por La Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, el 2 octubre 2023

El 16 de mayo, Amnistía Internacional publicó su informe anual sobre el uso global de la pena de muerte, que muestra el número global y las tendencias de las condenas y ejecuciones en 2022.

Cifras mundiales

En 2022 se llevaron a cabo al menos 883 ejecuciones, frente a las 579 que, como mínimo, se consumaron en 2021, lo que supone un incremento del 53%. Por segundo año consecutivo, Amnistía Internacional registró un aumento de las ejecuciones tras una disminución en las documentadas en 2018, 2019 y 2020. 

Las ejecuciones documentadas —excluidas las miles que, según se cree, se llevaron a cabo en China—aumentaron de forma significativa: un 53% respecto de 2021 (de 579 en 2021 a 883 en 2022). El número de ejecuciones registradas en 2022 fue el mayor documentado desde 2017 (993).2 El hermetismo y las prácticas estatales restrictivas continuaron dificultando una evaluación precisa del uso de la pena capital en varios países, entre ellos China, Corea del Norte y Vietnam.

Además, Amnistía Internacional documentó ejecuciones en 20 países frente a los 18 de 2021. Tras un paréntesis de varios años, se reanudaron las ejecuciones en cinco países: Afganistán (primera desde 2018), Kuwait (primera desde 2017), Myanmar (primera en cuatro decenios), Palestina (Estado de) (primera desde 2017) y Singapur (primera desde 2019). Tres países —Botsuana, Emiratos Árabes Unidos y Omán— que llevaron a cabo ejecuciones en 2021 no ejecutaron a nadie en 2022.

Tres países —Arabia Saudí (196), Egipto (24) e Irán (al menos 576)— fueron responsables del 90% de todas las ejecuciones conocidas y un impresionante 93% de las ejecuciones documentadas en el mundo (excluida China) en 2022 se llevaron a cabo en la región de Oriente Medio y el Norte de África.

Cuatro países —Kazajistán, Papúa Nueva Guinea, Sierra Leona y República Centroafricana— abolieron la pena capital para todos los delitos. En Kazajistán, se promulgó en enero una ley que abolía la pena de muerte. En abril entraron en vigor las reformas del Código Penal que eliminaron esta pena de la legislación de Papúa Nueva Guinea. En Sierra Leona, el 21 de abril de 2022, entró en vigor la Ley de Abolición de la Pena de Muerte de 2021, que eliminaba esta pena de la legislación del país. El 27 de junio de 2022, el presidente Faustin-Archange Touadéra de la República Centroafricana convirtió en ley un proyecto legislativo que abolía la pena de muerte que había aprobado la Asamblea Nacional un mes antes. Al concluir 2022, dos países —Guinea Ecuatorial y Zambia— habían abolido la pena sólo para delitos comunes. Amnistía Internacional consideró que estas medidas positivas eran aboliciones parciales porque, al finalizar el año, la pena de muerte seguía prevista en las leyes militares de ambos países. 

A finales de 2022, más de dos tercios de los países del mundo habían abolido la pena de muerte en la ley o en la práctica. 112 países, la mayoría de los Estados del mundo, habían abolido la pena de muerte en la ley para todos los delitos y 144 países habían abolido la pena de muerte en la ley o en la práctica. 55 países seguían manteniendo la pena de muerte.

Amnistía Internacional registró conmutaciones o indultos de la pena de muerte en 26 países: Afganistán, Bangladesh, Barbados, China, Estados Unidos, Gambia, Ghana, Guyana, India, Indonesia, Irak, Kazajistán, Kuwait, Malasia, Marruecos y el Sáhara Occidental, Mauritania, Níger, Nigeria, Pakistán, Singapur, Sri Lanka, Sudán, Tailandia, Taiwán, Vietnam y Zambia.

Amnistía Internacional registró al menos 28 exoneraciones de personas condenadas a muerte en 4 países: Estados Unidos (2), Kenia (20), Marruecos y el Sáhara Occidental (1) y Zimbabue (5).

Más artículos